Superar los traumas: Emaús Norfolk & Waveney innova en favor de las mujeres
Según un estudio realizado por Fobbed Off en 2021, las mujeres representaban el 60 % de las personas adultas sin hogar viviendo en alojamientos temporales en Inglaterra.
A menudo, las mujeres que se encuentran en una situación de sinhogarismo tienen problemas a la hora de acceder a los servicios tradicionales de ayuda, debido a la falta de comprensión de las necesidades propias ligadas al género, en concreto, lo necesario que es disponer de espacios que sean de uso exclusivo femenino, para así poder sentirse seguras. Al ser consciente de esta laguna, Emaús Norfolk & Waveney (Reino Unido) puso en marcha un novedoso proyecto en enero de 2025.
Hemos entrevistado a Cecile Roberts, Directora General de Emaús Norfolk & Waveney, al hilo de esta iniciativa transformadora.
¿Cuál fue la motivación de este proyecto?
Cuando me uní a Emaús hace siete años y medio, me di cuenta de que no había ninguna mujer en la comunidad. Y es el caso en otras muchas comunidades Emaús en Reino Unido. La constatación fue evidente: muchas de las mujeres que han vivido un período de itinerancia también han sido víctimas de violencias sexuales y se sienten vulnerables en contacto con los hombres. Por esa razón, en 2020 inauguramos en nuestro edificio principal un ala, compuesta por tres habitaciones, reservada a las mujeres. En apenas tres meses, se ocupó por completo.
Rápidamente, fueron apareciendo otras tendencias: cuatro de cada cinco mujeres habían sido víctimas de violación, todas ellas víctimas de violencia de género, con esquemas recurrentes de control coercitivo. Emaús Reino Unido me encargó un proyecto que tratara estos problemas en concreto. Con su apoyo, desarrollamos un programa terapéutico cuya meta es ayudar a las mujeres a hacer elecciones de vida sanas y a dar los pasos que sean necesarios para tener una vida auténtica, estable y satisfactoria.
Compramos algunos edificios complementarios en nuestra zona, casas independientes que pudieran ofrecer un marco de seguridad y específico del programa. Fueron muchas las reacciones: recibimos unas 200 candidaturas para solo 9 plazas, lo que nos demostró cuan necesario es este tipo de acompañamiento.
¿Cómo se estructuró el programa?
El programa se puso en marcha en enero de 2025 con el objetivo de acompañar a nueve mujeres alojadas en una casa equipada con cuartos de baño privados. Dos terapeutas trabajan con ellas dos días a la semana durante todo el año. El programa cuenta con un módulo de ocho semanas sobre la violencia de género que tuvo lugar en abril, seguido de otro módulo de ocho semanas sobre las violencias sexuales en septiembre. Asimismo, acompañamos a estas mujeres todo el año en su camino hacia la reinserción.
Por otro lado, las mujeres participan en actividades creativas: forja, trabajo del textil y grabado. Escogimos a propósito estas actividades para darle la vuelta a los estereotipos de género. Quería que las mujeres trabajaran en nuestra forja con martillos y fuego, no solo en la artesanía tradicional. El trabajo textil también fue excepcional: grabado en linóleo, bordado; todo lo que han creado es magnífico. En octubre, abrimos una tienda para que estas mujeres pudieran exponer sus creaciones. Además, también trabajan en las empresas sociales de la comunidad principal.
Más allá de las competencias, estas actividades les hacen mucho bien; les da la oportunidad de reflexionar, de apoyarse las unas a las otras y de hacer cosas concretas. Junto a la terapia, estas suponen un acompañamiento holístico.
«El proyecto me permitió sentirme segura y me ha brindado apoyo durante un período complicado. [Me sentí] menos sola, más respaldada. Y esto ha marcado una gran diferencia para mí», nos cuenta una de las participantes del proyecto en el marco de la reconsideración provisional.
El proyecto se concibe con un enfoque participativo. ¿Cómo han contribuido las mujeres en la creación de los servicios propuestos?
Las mujeres responden con regularidad a encuestas anónimas que recibe nuestro proveedor externo a cargo de la evaluación. Nos dan su opinión acerca de los módulos, la terapia, la ayuda para la reinserción y las instalaciones. Asimismo, consultamos a la comunidad en un sentido más amplio sobre el impacto del proyecto.
Sus opiniones han sido de gran ayuda para confeccionar el programa del año que viene. Por ejemplo, hemos concluido que sería más pertinente empezar todas juntas en enero en lugar de ir escalonando las admisiones, que habría que reducir los plazos entre los dos módulos y proponer un módulo más profundo sobre las violencias sexuales, dándoles además la ocasión de dialogar sobre sus propias experiencias.
¿Va a continuar el proyecto?
Por supuesto. A partir de enero lo financiaremos nosotras mismas. Ya se han abierto las candidaturas y quedan muy pocas plazas disponibles. Algunas de las mujeres que han participado este año se unirán a la comunidad Emaús principal; otras se preparan para mudarse a una vivienda independiente y nosotros les damos el acompañamiento necesario para ayudarles a planificar esta transición.
Además, este proyecto ha arrojado luz sobre el aspecto crucial de nuestra acción global. Los hombres de nuestra comunidad también necesitan acompañamiento psicológico. En febrero de 2026, inauguraremos una casa terapéutica con cinco habitaciones para hombres. Este programa hará especial hincapié en la comunicación, la gestión de la ira, las relaciones, la autoestima y la gestión de las adicciones.
Nos dimos cuenta de que en una comunidad eminentemente masculina, Emaús supones una «burbuja» protectora en la que los problemas, los traumas o las adicciones que sufrían los hombres a su llegada quedan de algún modo suspendidas, en lugar de ser tratadas de forma activa. Sin esta labor terapéutica, les resulta complicado desarrollarse plenamente fuera de la comunidad sin acabar enfrentándose a la soledad y al aislamiento.
Como Emaús, nuestra acción no debe limitarse a la mera acogida de personas: debemos prepararlos para la vida más allá de la comunidad. Este nuevo programa terapéutico ayudará a los hombres a superar sus traumas, mientras que a la vez se les prepara para lograr su autonomía gracias a una formación adaptada, las experiencias profesionales y la obtención de calificaciones.
¿Cuál es vuestra visión de futuro?
Me gustaría mucho charlar con otras comunidades Emaús que acojan a mujeres para así poder compartir nuestras prácticas y forjar lazos. Este es un proyecto perfectamente adaptado para favorecer las conexiones internacionales: crear un vínculo entre estas mujeres podría, sin duda, reforzar nuestro movimiento.
El proyecto es la prueba de que es posible siempre y cuando se integre el enfoque terapéutico en su acción. Esto ha supuesto una transformación, no solo para la vida de las participantes, sino también para la comprensión de toda nuestra comunidad, en concreto a cómo acompañar mejor a todas las personas sin hogar.
¿Queréis saber más sobre este proyecto contactar con Emaús Norfolk & Waveney? Contactad con Eve Poulteau, que os dirigirá a la persona adecuada: eve [punto] poulteau [arroba] emmaus-europe [punto] org
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La renovación de los edificios que acogen los programas terapéuticos destinados a mujeres y hombres ha sido posible gracias a la financiación de la Fundación para la Vivienda y al acompañamiento de Emaús Internacional.
© Emmaüs Norfolk & Waveney

