Emaús en Ucrania
Entrevista con Grigory Semenchuk, delegado nacional de Ucrania en el Consejo regional de Emaús Europa.
¿Podrías contarnos cómo comenzó Emaús en Ucrania?
Comenzó en 2002 cuando Olesya Sanotska, fundadora de Emaús Oselya, visitó la comunidad Emaús Lublin en Polonia. En esa época, trabajaba como voluntaria en organizaciones que apoyaban a personas drogodependientes y conoció a otras muchas sin hogar que, igualmente, sufrían problemas de adicción. Deseaba encontrar nuevas formas de dar mayor apoyo a estas personas. Fue invitada a viajar a Polonia para ver cómo trabajaban allí las asociaciones y, tras visitar Emaús Lublin, decidió junto a su colega Roman Prochko, crear una comunidad en Lviv basada en el modelo Emaús.
Zbigniew Drążkowski, líder de Emaús Lublin, apoyó esta iniciativa. Invitó a Olesya Sanotska a ir allí y hablar sobre su plan para el encuentro de Emaús Internacional que tendría lugar en Polonia en 2003. Acudió a la reunión y los representantes de Emaús decidieron ayudarla con su nueva organización, “Oselya”, comprando una antigua casa no muy lejos de Lviv. Unas semanas más tarde, se les dio la bienvenida a los primeros compañeros de la comunidad. A la organización le llevó un tiempo establecer sus actividades económicas y es por ello por lo que no fue hasta 2008 cuando Oselya postuló como miembro a prueba, convirtiéndose en miembro del movimiento Emaús en 2010.
¿Qué actividades lleva a cabo Emaús en Ucrania?
Emaús Oselya lleva a cabo las actividades “clásicas” de Emaús, es decir, mantener una comunidad de 30 compañeros, recolectar bienes usados y gestionar nuestras dos zonas de venta. Los compañeros también organizan los talleres para la fabricación de muebles y proporcionan servicios de pago para los habitantes locales. Dado que Oselya fue la primera organización que ayudó a las personas sin hogar en Lviv (y una de las primeras de Ucrania), recibe toda clase de servicios sociales para las personas sin hogar, prácticamente desde su creación.
Desde 2003, cada jueves distribuimos comida caliente en el centro de Lviv para 100 personas sin hogar. Son los compañeros quienes preparan esta comida en la comunidad. Además, cada año organizamos eventos de Navidad y Pascua para 400-500 personas sin hogar. En 2008, inauguramos un centro social; un centro de día en el que estas personas pueden darse una ducha, hacer la colada, cortarse el pelo, encontrar ropa nueva y disfrutar un plato de comida. Este centro de día sigue siendo el único lugar de Lviv que proporciona este tipo de servicios para las personas sin hogar de la ciudad.
Organizamos eventos especiales donde les ofrecemos ropa nueva y otros bienes de forma gratuita a familias con pocos ingresos. Desde su creación, Emaús Oselya ha sido la voz de los sin hogar, presionando para defender los intereses de las personas más necesitadas. La actitud frente a estas personas era muy negativa en la ciudad, por lo que se hizo un gran esfuerzo por concienciar a la comunidad local sobre este problema. Sin esta mejora del nivel de concienciación, no habríamos sido capaces de recolectar productos de segunda mano, gestionar nuestras propias actividades económicas ni conseguir los servicios que aportamos a las personas sin hogar. Nadie nos habría apoyado entonces. Con el fin de aumentar la concienciación, organizamos numerosos eventos públicos como, por ejemplo, exhibiciones, conferencias, desfiles de moda de segunda mano y ventas de garaje. Todo ello para tener la oportunidad de hablar sobre el problema de las personas sin hogar. Durante un par de años, publicamos un “periódico de la calle”[1] y en 2017 un libro sobre el Abbé Pierre y el movimiento Emaús escrito por el célebre autor ucraniano Andrey Kurkov.
El de 2006 fue un invierno implacable. Emaús Oselya montó tiendas para las personas sin hogar durante ese período, dando así refugio a 300 personas. Esto llevó a la apertura del primer centro de noche de Lviv. Desde aquel invierno de 2006 hemos estado realizando rondas adicionales en las calles cada vez que las temperaturas han bajado de forma significativa. Durante las tardes-noches, los compañeros llevan consigo comida caliente, té y ropa mientras buscan a las personas sin hogar de la ciudad. En 2011, el grupo Oselya también inauguró un hostal social para los antiguos compañeros, 14 adultos y 4 niños que residen allí actualmente. En 2013, Oselya fue la primera organización en colocar contenedores para ropa en la ciudad. Más tarde, muchas otras ONG siguieron su ejemplo en varias ciudades a lo largo y ancho del país. Comenzamos instalando 3 contenedores y ahora contamos con 30 dispersos por toda la ciudad.
En 2019, con el apoyo de los grupos de Emaús Europa, comenzamos a construir un centro de reciclaje, un lugar donde almacenar y clasificar los bienes que recolectamos. Está previsto que los trabajos de construcción finalicen en mayo de 2021.
Recientemente, la comunidad Nasha Khata de Drohobych ha postulado para conseguir el estatus de miembro a prueba. Durante mucho tiempo, esta comunidad fue socia de Oselya y Emaús Europa. Nasha Khata está especializada en la recolección de objetos/ropa usada, zapatos, libros, así como en la clasificación, reparación y preparación de muebles para su próximo uso. El grupo también gestiona de forma exitosa actividades de agricultura. Actualmente, 34 personas viven en la comunidad y cuentan con el apoyo de otras 15 personas.
¿Cómo han ido las cosas desde que comenzara la crisis sanitaria y cómo os adaptasteis a la situación? ¿A qué retos se enfrentan los grupos en tu país (ahora y antes de la crisis)?
Desde su fundación en 2003, Emaús Oselya ha tenido que hacer frente a diferentes retos. En primer lugar, el pueblo ucraniano no confía en las ONG puesto que son relativamente nuevas en nuestro país. Además, no se entendía cómo teníamos que ayudar a las personas sin hogar. Se les consideraba personas vagas que no querían trabajar, a pesar de que en los 90, tras el colapso de la Unión Soviética, muchas personas acabaron en la calle. En Ucrania, a las ONG no se les permitía llevar a cabo actividades económicas, por lo que tuvimos que buscar soluciones para poder sortear este hecho. Nuestras tiendas aceptan “contribuciones voluntarias” por los artículos de segunda mano que tenemos en oferta, pero no se nos permite vender dichos artículos. Tampoco podemos vender artículos donados que provengan del extranjero (por esa razón no aceptamos los trasportes de material de los grupos de Emaús Europa, a diferencia de otras comunidades). Todo lo que recibimos debe ser distribuido de forma gratuita y las autoridades revisan cada cargamento de material.
Otro aspecto muy común en las ONG de Ucrania es que no recibimos ninguna ayuda del estado. Recibimos apoyo de las autoridades locales, pero esto tan sólo representa el 3% de nuestro presupuesto anual. A pesar de ello, hemos sido capaces de organizar actividades económicas que cubren los gastos de gestión de la comunidad y estos fondos también nos permiten llevar a cabo algunas iniciativas solidarias. La pandemia nos lo puso difícil ya que nuestras tiendas permanecieron cerradas durante varios meses, así como durante la primavera de 2021. Decidimos entonces realizar campañas de recaudación de fondos, además de algo de trabajo adicional (limpieza de calles, ayuda a los ciudadanos locales en jardinería, etcétera). Recibimos un apoyo bastante significativo de Emaús Internacional durante este difícil período.
Durante la pandemia y el confinamiento nos convertimos en la voz de las personas sin hogar que fueron abandonadas a su suerte en las calles vacías de la ciudad. Nos hicimos expertos en trabajar con estas personas y defender sus derechos durante este período. El pueblo de Lviv unido para ayudar a los sin hogar. A pesar de las dificultades económicas a las que tuvimos que hacer frente, fuimos capaces de mantener la comunidad y de llevar a cabo iniciativas solidarias durante la pandemia (distribución de alimentos, servicios de higiene, facilitación de información sobre la Covid-19, etcétera).
Ahora necesitamos de forma apremiante un nuevo vehículo ya que los dos camiones con los que contamos son antiguos y se estropean regularmente. Es muy complicado recolectar bienes de nuestros contenedores y de las casas de las personas si no disponemos de vehículo propio.
Desde 2014, existe un conflicto armado con Rusia en la región de Donbass, ¿puedes contarnos algo más sobre esta situación actualmente? ¿Cómo ha afectado el coronavirus al conflicto?
Recientemente, el número de casos por Covid ha descendido. Parece que la tercera ola de la pandemia está llegando a su fin y acabamos de salir del confinamiento en nuestra región.
La concentración de tropas rusas en la frontera supone una gran amenaza (hay alrededor de 120 000 tropas rusas en el área). La prensa rusa habla de la posibilidad de una guerra con Ucrania día sí, día también. Los grupos separatistas proRusia del este están amenazando con pasar a una forma de confrontación más activa. También sabemos que Rusia ha comenzado con el entrenamiento militar de los oficiales en reserva. Es evidente que todas estas circunstancias socavan los tratados previos y negociaciones en el acuerdo de la situación en Ucrania del Este. Estamos enormemente agradecidos con nuestros amigos de todo el mundo que han apoyado las aspiraciones de Ucrania por restaurar la integridad de nuestro territorio. Es realmente importante que otros países se opongan a la extensión de la invasión rusa en Ucrania.
[1] Nota de la traductora: en inglés nos encontramos con “Street newspaper” que en español no tiene una traducción fija. Este término hace referencia a la prensa que venden en las calles las personas sin hogar.
© Emaús Oselya