Emaús en Bosnia-Herzegovina
Extractos de una entrevista con Sabina Arnaut-Jahic, delegada nacional de Bosnia-Herzegovina en el Consejo Regional de Emaús Europa.
¿Puede contarnos cómo comenzó Emaús en Bosnia-Herzegovina?
Emaús nació en Bosnia-Herzegovina en el contexto de la ruptura de la antigua Yugoslavia y las consecuencias de la guerra que tuvo lugar de 1992 a 1995. En aquella época, todo el país se encontraba en una situación extremadamente difícil e inestable. En 1993, la organización humanitaria “Media Luna Roja” comenzó a trabajar para abrir una cocina pública y distribuir comidas modestas a la población.
En el extranjero, un gran número de organizaciones quería ayudar a la población de Bosnia-Herzegovina durante la guerra, y una de ellas era Emaús Internacional dirigida por Franco Bettoli. Comenzaron a entregar convoyes de ayuda con alimentos, medicinas y otros artículos de necesidad al municipio de Tuzla y para ello necesitaban una organización humanitaria local que les echase una mano en la distribución de la ayuda. Así fue como Emaús Internacional y la Media Luna Roja comenzaron a trabajar conjuntamente, con una asistencia intensiva a los refugiados.
Los activistas y entusiastas que trabajaban en esta asociación desarrollaron la idea de establecer una asociación que se ocupase de las actividades de “Emaús” en Bosnia-Herzegovina. El 10 de febrero de 1999 se celebró la asamblea fundacional de la organización humanitaria “Foro Internacional de la Solidaridad – Emaús”, con el objetivo de prestar asistencia a todas las categorías vulnerables de la población que necesitan ayuda. Definieron su misión como “crear, apoyar y vivificar recursos en los que todos, siendo libres y respetados, puedan satisfacer sus necesidades y mostrar solidaridad mutua” y su visión como “actuar para que cada hombre, cada sociedad, cada nación pueda vivir, manifestarse y alcanzar objetivos a través del intercambio y la compartición en igual dignidad”.
Hoy en día, Bosnia-Herzegovina tiene dos grupos Emaús: un miembro de pleno derecho y un miembro a prueba.
¿Qué actividades y/o iniciativas dirige Emaús en Bosnia-Herzegovina hoy en día?
Los grupos Emaús de Bosnia-Herzegovina llevan a cabo muchas actividades en todo el país: dirigen varias acciones humanitarias para ayudar a las personas más vulnerables, como la distribución diaria de comidas (en la que se preparan más de 3.500 comidas al día en todo el país) el apoyo directo a las personas que se vieron profundamente afectadas por la guerra (especialmente con la pérdida de sus familias), o el alojamiento de personas mayores y desamparadas y de personas con trastornos mentales o con discapacidades.
Los grupos Emaús de Bosnia-Herzegovina están especializados en la asistencia a menores de diversas maneras. Varios centros de día acogen a menores y les proporcionan un entorno seguro para vivir además de un mejor acceso a la escuela. Las familias de estos niños también reciben apoyo y atención. Por otro lado, los grupos facilitan servicios para prevenir la violencia contra los niños, con líneas telefónicas de emergencia y sensibilización sobre el uso seguro de Internet.
Los grupos también están involucrados en acciones de ayuda a los refugiados, tanto en Bosnia-Herzegovina como en el extranjero. Dirigen un centro muy importante para la prevención de la trata de personas, además de varias iniciativas de solidaridad en el mundo, con asociados en África y Asia.
¿Cómo han ido las cosas desde la crisis sanitaria y cómo os habéis adaptado a la situación?
Los grupos Emaús de Bosnia-Herzegovina se implicaron mucho para hacer frente a las consecuencias de la crisis. Ampliaron la distribución de alimentos y productos sanitarios a zonas donde no había apoyo y dotaron de equipos médicos a las instituciones sanitarias. Los casos de violencia contra los niños aumentaron durante este tiempo, y también lo hizo la utilización los servicios telefónicos.
Gracias a su buena experiencia en situaciones de emergencia, los grupos pudieron responder bastante bien: se contrató a más personas para dirigir las iniciativas de solidaridad de emergencia, se adaptaron todas las actividades posibles al formato electrónico y se desarrollaron nuevos servicios de apoyo en línea y/o telefónicos para prevenir la violencia y las consecuencias psicológicas de la crisis.
¿A qué retos se enfrentan los grupos de Bosnia-Herzegovina en este momento?
Un desafío especial en este momento es la situación de los refugiados en el país. Desde principios de 2018, Bosnia-Herzegovina ha experimentado un aumento drástico del número de migrantes que entran en el país. Las investigaciones realizadas demuestran que los migrantes en Bosnia-Herzegovina pasan un promedio de dos años viajando antes de llegar, al país y algunos hasta seis años. En el cantón de Una-Sana, principal destino de los migrantes en Bosnia-Herzegovina, los centros de recepción están llenos, los migrantes llevan dos años viviendo en naves industriales y se estima que 7.000 personas estarían luchando fuera de los campamentos. Debido a la pandemia y a la disminución de la ayuda disponible, un número cada vez mayor de migrantes no dispone de alimentos, ropa, calzado ni condiciones básicas de higiene porque la mayoría vive en edificios abandonados o en bosques.
En este contexto, el Foro Internacional de la Solidaridad (F.I.S.) de Emaús ofrece una instalación en forma de centro de día en Tuzla, donde los migrantes tienen la oportunidad de ducharse, obtener ropa limpia nueva y comer y descansar durante un breve período de tiempo. Además, continuarán las actividades relacionadas con la distribución de comidas calientes, así como la distribución urgente de artículos no alimentarios para las personas sin hogar. Además, el 16 de octubre de 2020 el grupo firmó el Protocolo para el alojamiento de menores extranjeros no acompañados (MENA) que han expresado su intención de solicitar asilo, y de menores no acompañados solicitantes de asilo en el Centro para la Infancia y la Juventud de Doboj Istok, con el gobierno y otras organizaciones importantes que participan en el proceso de apoyo a las categorías mencionadas. El proceso de alojamiento comenzó a mediados de noviembre de 2020.
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