Emaús Europa

En Ucrania, el día a día trastocado que vive el grupo Emaús de Oselya

Desde el comienzo del conflicto, este grupo está junto a las personas que huyen del combate. Acogida, distribución de alimentos, alojamiento, apoyo psicológico… Natalia, responsable del grupo ucraniano de Emaús Oselya, nos cuenta el día a día de la comunidad, trastocada desde el comienzo del conflicto.

¿Cómo se ha implicado vuestra comunidad en la acogida de las personas desplazadas?

En abril, unas 50 personas al día llegaron a nuestro centro de apoyo social de Lviv para darse una ducha, cortarse el pelo, hacer la colada y cambiarse de ropa, alimentarse, recibir cuidados médicos o simplemente para distraerse y hablar. Esto se traduce en más de 600 comidas repartidas, un centenar de coladas, más de 500 prendas de ropa donadas y casi 200 duchas. Son los compañeros de la comunidad quienes aseguran estos servicios, ya que conocen las dificultades de la vida en la calle. Todo ello crea una proximidad con las personas acogidas, obligadas a buscar ayuda debido a la guerra.

Pero nuestro centro social es un espacio pequeño; dos habitaciones pequeñas y un cuarto de baño. Desde el comienzo del conflicto, el número de personas que visitan el centro no cesa de aumentar, y esto hace que sea cada vez más complicado acogerles dignamente y darles asistencia.

Nuestra tienda Emaús, situada en la periferia de Lviv, en Vynnyky, cerca de nuestro espacio de vida comunitaria, reabrió sus puertas en abril. Pero las alertas aéreas y el riesgo de bombardeo nos obligan a ponernos a cubierto y a cerrar la tienda con regularidad. Esto tiene un fuerte impacto en nuestra actividad económica, tan importante para nuestra comunidad y los clientes. Pero gracias al apoyo financiero de los grupos Emaús, recolectado a través del Fondo Ucrania de Emaús Europa, podemos mantener nuestra vida comunitaria y ayudar a las personas desplazadas y a las víctimas de la guerra.

La tienda de Lviv tan sólo abre tres veces a la semana. En cambio, el taller de restauración de muebles ha retomado su ritmo casi normal y han vuelto los pedidos. Estamos muy contentos.

En abril, recibimos un camión de ayuda humanitaria de los grupos Emaús a través del grupo de Lublin (el tercero desde el comienzo del conflicto). Trabajamos con varias asociaciones y voluntarios en Ucrania para ayudar allí donde sea más necesario. También en abril, ayudamos a un hospital infantil de Chernihiv y al hospital Buda, en la región de Kharkiv. Del mismo modo, se distribuyó ayuda humanitaria necesaria en las ciudades de Ovruch, Kharkiv y Chernihiv.

Antes de la guerra, la comunidad ayudaba a las personas sin hogar. ¿Cómo organizáis vuestra solidaridad en este momento?

A pesar de todo, nuestras acciones de solidaridad cotidiana continúan y ayudamos a todas las personas que lo necesiten. Durante el mes de abril, hemos distribuido alrededor de 800 almuerzos en la calle, además de nuestra actividad en el centro social.

De igual modo, ayudamos a los habitantes de Lviv que acogen a personas desplazadas y les dan camas, colchones, sacos, etcétera.

Debido a la amenaza constante de los ataques aéreos, no hemos podido organizar los eventos tradicionales de Pascua para las personas sin hogar y más vulnerables de la región de Lviv. Pero distribuimos 250 kits de alimentos en el centro de la ciudad. Por otro lado, suministramos todo lo necesario a las víctimas de la guerra y a las personas desplazadas: ropa, zapatos, juguetes…y libros para 50 niños de Mariupol que se han instalado en Vynnyky.

¿Cuáles son las necesidades actuales?

El edificio del centro de apoyo social y el equipamiento son antiguos. No hay suficientes lavadoras en este momento para poder permitir que todas las personas desplazadas puedan lavar su ropa. Esperamos con impaciencia el comienzo de los trabajos de reconstrucción del nuevo edificio para así dar comienzo a esta actividad.

También hay un gran problema de carburante en Ucrania; tenemos que hacer largas colas para repostar entre 5 y 10 litros, el máximo autorizado. Por otro lado, siempre necesitamos mucha ayuda humanitaria para auxiliar a las regiones que han sido liberadas, o a aquellas donde aún tienen lugar violentos combates y la gente necesita ayuda todos los días.

¿Cómo hacen frente los compañeros a esta situación?

En este momento, 30 compañeros viven en el seno de la comunidad. Como siempre, seguimos con nuestras actividades cotidianas (recolección de objetos de los contenedores, reciclaje…). Este año, las celebraciones de la Pascua ortodoxa no han sido festivas. Nos reunimos para desayunar y organizamos una ceremonia para honrar la memoria de la fundadora de la comunidad, Olesya Sanotska, que falleció en 2016, hace 6 años. Sigue viva en nuestros corazones.

Un compañero más se ha unido a nuestros tres compañeros que se alistaron en las fuerzas armadas. Nos preocupa su situación y respetamos su voluntad de defender Ucrania.

Nuestros compañeros trabajan muy duro. Las alertas de ataques aéreos son muy frecuentes y, a menudo, los compañeros no quieren ponerse a cubierto porque el ataque se encuentra lejos de la comunidad. No es sencillo para nosotros, tanto a nivel físico como psicológico.

Sin embargo, el trabajo de la comunidad de Oselya es importante y visible en Ucrania. Un periodista americano se interesó bastante por nuestra actividad y visitó la comunidad para hacer un reportaje sobre nuestro día a día.

¿Cuál es vuestra visión de futuro?

La situación en Ucrania es extremadamente tensa, la guerra se intensifica. Esta guerra, en la que el ejército ruso está cometiendo innumerables crímenes, cuestiona el futuro de los valores democráticos.

Hacemos nuestro trabajo con fe en nuestra victoria y la esperanza de que nuestro país vuelva a estar pronto en paz y podamos retomar nuestras vidas normales.

Queremos expresar nuestra profunda gratitud a todos los grupos Emaús por su ayuda y apoyo a nuestro trabajo, y a nuestro combate por los valores europeos de solidaridad, justicia y amistad.

Actualidad Defensa de los derechos humanos / Migraciones Ucrania

© Emaús Lublin

Georgia: Emaús Geo solidario en la acogida de personas refugiadas

La guerra en Ucrania ha dado lugar a una ola de solidaridad en Europa y en todo el mundo. Los grupos Emaús presentes en los países vecinos de Ucrania aportan su ayuda a las personas refugiadas, cada uno llevando a cabo actividades relacionadas con su ámbito, como la acción de Emaús Geo.

Desde su creación, Emaús Geo está en contacto con las poblaciones de Georgia desplazadas tras la anexión rusa de Abkhazie y Ossétie del sur en 2008. Presentes en numerosas localidades de la periferia de Tbilissi, en parcelas industriales abandonadas en las que muchas de estas personas desplazadas se han refugiado, Emaús Geo les da ropa, comida caliente y productos alimentarios. El grupo Emaús les acompaña también en sus gestiones administrativas y jurídicas.

Desde finales de febrero y de esta guerra de invasión rusa en el territorio ucraniano, Emaús Geo continúan con esta misión para ayudar a los/las ucranianos/as que han huido de los combates: distribución de vajilla, de ropa (más de 500kg desde el comienzo de marzo), camas para los niños y distribución de alimentos. Gracias al Fondo Ucrania creado por Emaús Europa, la asociación va a poder suministrar más de 500 kits de higiene a las personas refugiadas.

A día de hoy, más de 30 000 personas provenientes de Ucrania se han refugiado en Georgia y cada día llegan unas 500 personas nuevas. Hacen el viaje en avión o en coche a través de Polonia, Armenia, Austria o Turquía sobre todo.

Como en el caso de Croacia, los lazos entre Georgia y Ucrania son muy fuertes desde las guerras que les convirtieron en oponentes de Rusia. En 1993 y 2008, Ucrania apoyó al ejército de Georgia enviando soldados para combatir junto a ellos. La invasión rusa ha estrechado aún más los lazos entre ambos países.

Emaús Geo, primer grupo del movimiento en Georgia

Emaús Geo es una asociación fundada en 2015 que tenía como objetivo apoyar a los más desfavorecidos en Georgia, acogiendo y dando alojamiento a las personas más vulnerables, y distribuyendo bienes de primera necesidad (ropa, comida, muebles escolares…). Grupo Emaús en desarrollo desde 2017, Emaús Geo consigue ese mismo año una casa social que les permite acoger a cinco compañeras y compañeros que participan en la actividad económica. Las actividades principales de la asociación son la recolecta y la venta  de ropa en las dos tiendas, situadas en Tblissi y Kvareli, así como las rondas para ayudar a las poblaciones vulnerables de la periferia de Tblissi y así apoyar a unas 300 familias.

Una solidaridad coordinada para hacer frente a la situación en Ucrania

El Fondo Ucrania, abundante gracias a los donativos de nuestros grupos Emaús de todo el mundo, permite apoyar las actividades cotidianas de nuestros grupos de Ucrania y Polonia. Este fondo también permite apoyar las acciones puntuales que se llevan a cabo en los países de Europa del este, sobre todo en lo que respecta a la acogida y el alojamiento para personas refugiadas. Emaús Europa, que centraliza los donativos, apoya a los grupos en función de los gastos mensuales ligados a la guerra en Ucrania.

Actualidad Defensa de los derechos humanos / Migraciones

© Emaús Geo

Cumbre de economía social y solidaria en Estrasburgo

Con motivo del lanzamiento del Plan de acción europeo para la economía social presentado durante esta cumbre del 5 y 6 de mayo, Emaús Europa organizó una mesa redonda con sus socios sobre economía circular.

Junto a la Red europea de reempleo (RREUSE), Emaús Francia, la Federación ENVIE, la ciudad de París y los Canales, Emaús Europa ha recordado el papel esencial de los actores de la economía social y solidaria (ESS) en la economía circular. Pioneros en el trabajo del reempleo, nuestras organizaciones crean más empleo que el resto de actores en las mismas filiales de reempleo, según un estudio francés de Ademe.

Sin embargo, hoy día se enfrentan a la competencia del mercado que ha llegado a ser la segunda mano, en parte debido a las normas europeas que obligan a reciclar, pero sobre todo por la sobreproducción mundial incesante y al fin de las cuotas de importación que se decidieron a principios de los 2000. Hemos destacado la importancia de que las reglas europeas evolucionen para limitar la sobreproducción y el sobreconsumo, trabajando sobre todo en la reparación previa de los productos. Por otro lado, nos hemos propuesto ofrecer un espacio más amplio a los actores de la ESS y crear una serie de lógicas que puedan competir con las empresas no sociales.

Los/las participantes franceses/as también han mostrado cómo su experiencia en la implementación de una responsabilidad más amplia de los productores a través de ecoorganismos, les lleva a luchar por una reforma de su gobernanza. Actualmente, sólo los productores los dirigen, y deberían dar un espacio mayor a los actores y actrices de la ESS, así como a las instituciones públicas para un reparto más social y ecológico de los fondos.

Todos/as los/las participantes de la mesa ronda felicitaron los avances del Plan de acción que es el primero de su tipo. No obstante, han insistido en el hecho de que habría que ir más allá a nivel de cada Estado para su futura implementación, sobre todo enlazando con los reglamentos sobre medioambiente y economía circular y encontrando financiación del Estado o de productores para que no recaiga sobre las colectividades territoriales.

Encontraréis en las próximas semanas la grabación de esta y otras conferencias en Francés en:
economiesociale-futur.eu

Actualidad Economía circular y solidaria / Ecología Unión Europea

© Emaús Europa

Croacia, lugar de acogida de personas refugiadas de Ucrania

El Centro para los niños desaparecidos y explotados (CNZD), ayuda a más de 350 personas que huyen de Ucrania a Croacia. En poco tiempo, este grupo en desarrollo del Movimiento Emaús ha abierto un Centro para los niños traumatizados por el conflicto, y un Centro de información para las personas refugiadas.

El “Children Corner”, espacio asegurado de descanso y de integración

Especializado en el acompañamiento de niños y adolescentes víctimas de traumas, el CNZD ha abierto desde el comienzo del conflicto en Ucrania un “Children Corner” (Centro para niños), y espera poder abrir pronto dos más. Este espacio está gestionado por un/a profesor/a, un/a psicólogo/a y un/a intérprete, y permite acompañar de forma cotidiana a 15 niños traumatizados por la guerra (para 70 niños registrados a día de hoy). Este centro tiene como objetivo dar apoyo psicológico a estos niños, y preparar su integración y su inserción en el sistema escolar croata.

Acompañados por sus padres, los niños pasan algunas horas en el centro, y pueden descansar allí, tomar una comida caliente, y que un psicólogo de la asociación les escuche. También pueden acceder a cursos en línea en ucraniano. Los padres se quedan en el centro hasta que el equipo se hace cargo de sus hijos, para así no reproducir los traumas ligados a la separación. Después de algunas semanas, el progreso es evidente, y los niños ya no sienten tanto la necesidad de volver con sus padres con tanta asiduidad.

El Centro de información, crucial para la integración de los/las refugiados/as ucranianos/as

Este centro, único de este tipo en Croacia y gestionado por el CNZD, permite a las personas refugiadas recibir toda la información necesaria para su integración: demandantes de asilo, inserción profesional, inscripción a cursos de croata, consejos administrativos, apertura de derechos sociales y de seguro médico… En tres semanas, unas 400 personas han pasado por el centro, gestionado por un abogado y un intérprete contratados a tiempo completo por el CNZD. Abierto de lunes a viernes, su funcionamiento también cuenta con la ayuda de voluntarios que se relevan para asegurar la acogida de personas refugiadas. Numerosos condados en Croacia se basan en el modelo creado por el CNZD para abrir centros similares.

Durante los primeros días de conflicto, una pareja y sus cinco hijos llegaron a Osijek. Como habían vivido varios años en Bosnia-Herzegovina, los padres hablaban croata con fluidez y fueron contratados por el CNZD como intérpretes. El equipo les apoda “las estrellas del CNZD”, tras haber dado varias entrevistas a la prensa.

Acogida de personas refugiadas en Croacia

Croacia acoge a más de 13 000 personas procedentes de Ucrania, y entre 300 y 500 llegan cada día. Casi el 95% son mujeres y niños. Alojados en hoteles, albergues juveniles o apartamentos, cuentan con tres comidas al día y los productos de higiene necesarios según sus necesidades.

Los lazos entre Ucrania y Croacia son fuertes, por su historia común (Ucrania fue uno de los primeros países en reconocer la independencia de Croacia en 1991) y su idioma, muy cercano. Croacia, que estuvo en guerra de 1991 a 1995, tiene una experiencia reciente del conflicto armado y los traumas que resultan de este. El sitio de Maroupol es un doloroso recordatorio del que sufrió Vukovar, sitiada durante 87 días en 1991 y que fue completamente arrasada por los bombardeos. La reacción de la población croata está a la altura de los lazos que unen a ambos países: se está haciendo todo lo posible por su integración profesional, el acceso a la escuela, y que cada persona pueda sentirse segura y acogida en Croacia.

Actualidad Defensa de los derechos humanos / Migraciones

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