Emaús Europa

Rechazo del acuerdo entre Reino Unido y Ruanda

Emaús aplaude esta decisión, pero alerta contra la proliferación de acuerdos de esta índole que afectan a los derechos de las personas exiliadas en Europa.

Tras la llegada al poder del Partido Laborista en Reino Unido el 4 de julio de 2024, el nuevo primer ministro anuló el acuerdo de traslado forzoso de las personas exiliadas a Ruanda. Emaús se congratula por esta decisión que impide la implementación de un peligroso acuerdo, que atenta directamente contra los derechos humanos. No obstante, la creciente multiplicación de este tipo de acuerdos en Europa es del todo preocupante.

El pasado 23 de abril, el parlamento británico adoptó la ley Safety of Rwanda. Haciendo oídos sordos a los llamamientos de las organizaciones de la sociedad civil, de los Lores e incluso de miembros expertos/as de la ONU, el gobierno de Rishi Sunak pasó por el alto el dictamen de su propio Tribunal Supremo (que se había pronunciado de forma unánime sobre la «ilegalidad» del acuerdo Ruanda del 15 de noviembre de 2023), para poner en marcha un acuerdo que permitiera a Reino Unido deportar a Ruanda a las personas que hubieran llegado al territorio sin autorización. Emaús celebra que se haya detenido este proyecto.

Sin embargo, queremos alertar acerca de la proliferación de estos acuerdos. En efecto, el acuerdo con Ruanda entra dentro de una dinámica similar a la que llevó a la adopción de otros acuerdos, tales como el de Italia y Albania, del 6 de noviembre de 2023. Este permite que Italia reubique en Albania el tratamiento de las solicitudes de asilo de ciertos/as ciudadanos/as extranjeros/as interceptados/as o socorridos/as en el mar por las autoridades italianas.

Esta tendencia es particularmente preocupante puesto que quince Estados miembros de la UE[1] pidieron a la Comisión europea adoptar un modelo similar en Europa. En una carta enviada el pasado 15 de mayo, estos Estados llegaron incluso a sugerir una revisión del concepto «país tercero seguro», con el fin de restringir, más si cabe, las garantías de los derechos de las personas exiliadas. Todo esto se añade al arsenal legislativo que ya han desplegado numerosos Estados con el objetivo de impedir a toda costa que las personas circulen y se instalen en su territorio, en un detrimento cada vez mayor de los derechos humanos.

El Pacto europeo de migración y asilo, adoptado el 14 de mayo de este año, no es una excepción, puesto que trata sin tapujos de acelerar la reconducción de personas en situación irregular, además de reforzar la externalización de las fronteras. Tanto en el acuerdo con Ruanda y Albania, como en el Pacto, se observa un aumento del lugar que ocupan los dispositivos de seguridad y de asilamiento, en comparación con los verdaderos mecanismos de acogida y solidaridad. Alentados por objetivos electoralistas a corto plazo, los Estados miran hacia otro lado frente a las realidades que viven las personas migrantes y al apoyo y despliegue de políticas que precarizan, deshumanizan y excluyen. Lejos del reparto de responsabilidades preconizado, los instrumentos legislativos subsiguientes se alejan cada vez más de los convenios internacionales y de los derechos que los propios Estados se comprometieron a respetar.

Si bien los resultados de las elecciones europeas han dado lugar a un inquietante auge de la extrema derecha, esta tendencia actual de aislacionismo, sumada a la progresión de los gobiernos autoritarios y conservadores, debe alertarnos seriamente.

Presente en 43 países, de los cuales 21 europeos y 9 africanos, el Movimiento Emaús le da vida a diario a los principios de acogida y solidaridad. Estos principios pueden abarcar diferentes realidades según el contexto: acoger de forma digna a las personas que han migrado en busca de una vida mejor, así como poner en marcha actividades socioeconómicas que impliquen a las personas más excluidas, permitiéndoles vivir en condiciones dignas, vengan de donde vengan. Emaús defiende la libertad de circulación y de asentamiento para todas y todos, pero trabaja también cada día para que las perspectivas de una vida digna sean posibles allá donde está presente.

Estos acuerdos forman parte de un continuum de acuerdos que expande aún más las fronteras de Europa y que considera las vidas humanas como moneda de cambio. Nos negamos a quedarnos en silencio ante la ilegalidad de unos acuerdos que amenazan la integridad de las personas exiliadas, que tan solo piden ejercer su derecho de circulación, como cualquier otro ser humano.

Emaús Internacional y Emaús Europa abogan por que se implementen las siguientes medidas:

  • El respeto de los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos y del Acuerdo de Ginebra
  • El fin de la política de externalización de fronteras
  • La recuperación de una verdadera política de visados
  • El fin de la detención de personas exiliadas

¡Abogamos por una gobernanza mundial alternativa de las migraciones, que se base en el respeto de los derechos fundamentales y el principio de ciudadanía universal!

 

[1] Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Estonia, Grecia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Malta, Países Bajos, Austria, Polonia y Rumanía

Actualidad Defensa de los derechos humanos / Migraciones Reino Unido

Crédito: Emaús Internacional.

La trazabilidad: ¿una ventaja estratégica para las inciativas de Emaús?

En Europa, cada vez más, las políticas tienen como objetivo instaurar un sistema de responsabilidad ampliada del productor (REP), para la gestión de residuos y el reempleo en diversos sectores como el de la electrónica, el textil o el mobiliario. En la práctica, esto significa que los fabricantes de productos nuevos son responsables desde el punto de vista financiero de la gestión de aquellos productos que hayan agotado su vida útil.  En este marco, nuestros grupos Emaús pueden participar y beneficiarse de financiaciones, amén de otras facilidades para nuestras acciones, gracias a la implementación de la trazabilidad.

Para saber más, nos hemos reunido con Elsa Delouche, encargada de la misión de Trazabilidad y Reempleo en el seno de Emaús Francia. Elsa acompaña a los grupos para poner en marcha una trazabilidad de los donativos.

¿Podrías contarnos qué es la trazabilidad y a qué tipo de «productos» se aplica?

Las definiciones son variadas, pero la que yo utilizo y en la que parece haber consenso es la que sigue: organización y herramientas que permiten conseguir los datos sobre la actividad; un proceso eficaz (simple, accesible y estable).

En el caso de ciertas empresas, son los ecoorganismos* quienes esperan los datos y permiten el acceso a diferentes oportunidades (apoyos financieros, recogida gratuita de desechos, acceso a depósitos). En Francia, y pronto en el resto de los países de Europa, esta será necesaria para los muebles y elementos del mobiliario, juegos/juguetes, artículos de bricolaje y jardinería, electrodomésticos, artículos de deporte y ocio, textil/lavandería/zapatería.

¿Por qué es útil la trazabilidad para los grupos Emaús?

Yo veo la trazabilidad como una oportunidad para los grupos y el Movimiento:

  • Invita a mejorar las condiciones de trabajo, cuestionando las herramientas que se utilizan, las condiciones de seguridad y la ergonomía de los puestos.
  • Permite diversificar las tareas de las personas (ejemplo: usar instrumentos de pesaje).
  • Favorece las competencias de las personas (ejemplo: manejar un software).
  • Contribuye a la gestión de la actividad y a la toma de decisiones, aportando datos objetivos y fiables.
  • Permite que se valore la actividad in situ frente a actores y colaboradores externos, asegurando que visualicen y comprendan el volumen de donativos recibidos y tratados.
  • Reafirma el lugar que ocupa Emaús en la actividad del reempleo, haciendo uso de datos cuantitativos fiables, alimentando a su vez la incidencia política de Emaús Francia y Emaús Europa.

¿Cómo y por qué se pone en marcha la trazabilidad en nuestros grupos? ¿Cómo la practican estos y qué carga les supone?

La Federación Emaús Francia defiende la libertad de los grupos a la hora de utilizar o no la trazabilidad, pero se encarga de sensibilizar a los grupos para que tomen una decisión con conocimiento de causa (los beneficios o no de los que podrían disfrutar). Asimismo, anima a todos los grupos a que definan su método, no aboga por uno solo. Por consiguiente, en la actualidad observamos prácticas muy variadas:

  • Según la elección de empresas a las que seguir: seguirlas todas o seleccionar algunas (a menudo en función de la relación esfuerzo-beneficio).
  • Según el método: ¿Pesar? ¿Contar? ¿Aunar ambos en función de la empresa?
  • Según las herramientas: ¿Apoyo en papel? ¿Software? ¿Unir ambos?

La trazabilidad no supone necesariamente una carga de trabajo extra; todo depende del método y las herramientas que escoja el grupo. De igual modo, no se trata de llevar a cabo nuevas tareas, sino de lograr que nuestras actividades tradicionales de reempleo evolucionen. El objetivo es encontrar una organización para recabar los datos sobre las etapas clave de nuestra actividad, ir recopilando durante la actividad, para luego encontrar herramientas que den pie a una explotación sencilla de los datos.

¿Y desde el punto de vista de España?
Testimonio de Eduardo SÁNCHEZ, director de Emaús Gipuzkoa en el seno del grupo Emaús Fundación Social.

En nuestro grupo, siempre nos ha parecido muy importante poder aportar datos fiables acerca de lo que hacemos con los residuos que tratamos. Consideramos que se trata de una obligación hacia con el público y las entidades públicas y privadas que confían en nosotros para la recogida y gestión de residuos.

Cada vez son más las obligaciones a la hora de asegurar la trazabilidad de los residuos que gestionamos. Las licitaciones de las administraciones públicas para la recogida del textil nos obligan a ello y la legislación actual aumenta las obligaciones que tenemos como gestores de residuos.

Desde hace cuatro años, gestionamos de forma electrónica los documentos medioambientales con las administraciones públicas. Actualmente, hay que firmar un contrato de tratamiento con la entidad que genere el residuo, con el fin de recogerlo con camiones. Además, debemos contar con un documento identificativo en el vehículo de recogida.

Por otro lado, en el caso de los residuos peligrosos, debemos tramitar una notificación de transporte para cada tipo de residuo que se vaya a transportar (cada código requiere una notificación de transporte distinta). Esta notificación nos permite saber qué documentos debe llevar el camión que transporte los desechos peligrosos.

Las exigencias de la normativa europea y la presencia de SCRAP (Chatarra) harán de esta cuestión algo esencial a la hora de responder a las necesidades de las administraciones públicas y de los sistemas colectivos, así como para la información que solicite el público.

 

* Así se les llama en Francia – en el marco de «quien contamina paga» – a las organizaciones financiadas por los productores, encargadas de gestionar el fin de la vida útil de los equipos que comercializan.

Actualidad Economía circular y solidaria / Ecología Unión Europea

Trazabilidad en Emaús Défi (Francia). Crédito: Emaús Europa.

Un preocupante giro a la derecha para el futuro de Europa y de Emaús

El 9 de junio de 2024, la ciudadanía europea eligió a sus diputados/as para los próximos cinco años. Los resultados son claros; se confirma ampliamente la derecha conservadora y la extrema derecha sale reforzada. En cambio, todos los partidos de izquierda han perdido escaños, siendo los ecologistas quienes se han visto más afectados, con una pérdida de 19 escaños.

En el seno de nuestro movimiento, creemos firmemente en una Europa más ecológica, solidaria e inclusiva. Sin embargo, en función de la composición de las futuras alianzas entre grupos políticos, dichas decisiones pueden poner en peligro nuestro compromiso por una sociedad más justa.

Un inquietante auge de la extrema derecha

En Francia, Italia, Austria y Hungría, los partidos de extrema derecha se posicionaron a la cabeza de las elecciones. En otros países como Alemania, Países Bajos, Polonia, Rumanía, Bélgica, República Checa y Letonia, llegaron al segundo puesto.

A nivel europeo, existen dos partidos de extrema derecha (ID & ECR) que, en conjunto, obtuvieron 141 escaños de los 720. Y aunque aún no han formado ninguna alianza, es una posibilidad que no se puede descartar. Actualmente, estos dos partidos ocupan el tercer y quinto puesto de la representación en el Parlamento Europeo. Pero juntos, serían la 2ª fuerza política. Además, aún quedan unos/as 90 diputados/as que no se han unido a ningún partido político. Estos/as, aunque de momento no estén afiliados/as, por norma general se identifican con las ideas de extrema derecha.

La agenda de la extrema derecha, por descontado, se opone a la nuestra en los temas que defiende Emaús: quieren volver a tratar la cuestión del pacto de asilo y migración para hacerlo más liberticida, si cabe, para las personas susceptibles de ser inmigrantes, poner en tela de juicio el Pacto Verde, reducir la presión a Vladimir Putin. 

Un refuerzo importante de la derecha europea

Sin lugar a duda, los grandes vencedores de estas elecciones son los cargos electos pertenecientes al grupo político de la derecha conservadora europea (PPE). Con, al menos, 190 escaños de los 720, son ahora el primer grupo político del Parlamento Europeo. Teniendo en cuenta las prioridades de este partido, el mensaje que se envía a Europa es claro: prioridad para el crecimiento y la economía competitiva, crispación respecto a la inseguridad, menos atención a la ecología y poca ambición social.

¿Queda esperanza?

En los Países Bajos, a pesar de que la extrema derecha ganara las legislativas a principios de año, ha sido la alianza de los grupos socialdemócratas y los verdes la que se ha colocado en cabeza en las elecciones europeas. En Finlandia, la extrema derecha solo ha conseguido un escaño, clasificándose en sexta posición, pese a su presencia en el gobierno. En Portugal, han sido los socialdemócratas quienes han determinado las elecciones, mientras que la extrema derecha solo ha conseguido dos escaños de los veintiunos. En Suecia, los socialdemócratas han ocupado el primer puesto, relegando a la extrema derecha a un cuarto puesto, con tan solo tres escaños de veintiuno. En Dinamarca, los socialdemócratas llegan en cabeza, en tanto que la extrema derecha acaba en quinta posición con un solo escaño.

A la espera de que se creen alianzas y se designen los puestos clave

Ahora, los/as diputados/as deben constituir grupos políticos antes de la próxima plenaria del Parlamento Europeo, que se celebrará el próximo 16 de julio. Con motivo de dicha ocasión, elegirán los comités temáticos de los que quieren formar parte.

Los/as jefes/as de Estados europeos deberán presentar a su candidato/a a la presidencia de la Comisión Europea durante la plenaria del 28 de julio. Serán los/as parlamentarios/as quienes validen o no dicha elección.

Una vez elegido/a, el o la presidente/a deberá formar el colegio de Comisarios europeos, a partir de los 27 comisarios nombrados por los Estados miembros, uno por país. El Parlamento Europeo podrá buscar a sus futuros/as comisarios/as, para posteriormente votar para validar o no esta elección en el mes de octubre.

La presidente saliente de la comisión, Ursula Von der Leyen, competirá para retomar su puesto. A pesar de ser parte de las filas de la derecha conservadora del PPE, apoyó el Pacto Verde cuando los partidos que apoyan la ecología suponían una mayor fuerza política. ¿Olvidará por completo estos desafíos tras la nueva composición del Parlamento?

Actualidad Unión Europea

Fuente: Verian para el Parlamento Europeo. Crédito: Parlamento Europeo.

Los campamentos: juventud implicada y nuevas vocaciones

Los campamentos de verano son una parte esencial del Movimiento Emaús desde los años 60. Estos encuentros le han dado forma al movimiento hasta ser lo que conocemos hoy y han sido el punto de partida de numerosas «vocaciones» en el seno de Emaús. Repasamos el funcionamiento de estos momentos de convivencia y solidaridad.

Antes de repasar la historia de los campamentos de verano, ¿qué iniciativas se le han propuesto a los/as jóvenes en 2024?

Un año más, numerosos grupos en Europa y Francia abren sus puertas a aquellos/as jóvenes que quieran apuntarse.

Es el caso, por ejemplo, de Emaús Lisboa, que propone una inmersión de dos semanas en el seno de su comunidad, entre el 1 de julio y el 1 de septiembre. En el programa encontraremos momentos para compartir la vida comunitaria con los compañeros y compañeras de Emaús y la participación en las actividades económicas de la asociación: recogida de donativos, clasificación de stocks, gestión de las tiendas, upcycling, jardinería… Este año, Emaús Lisboa también organiza un Festival Solidario durante todo el verano: cada grupo voluntario se implicará de forma activa para poner de relieve las causas olvidadas. El broche de cada quincena será un concierto (set de DJ, jam sessions…). Implicarse en un proyecto solidario no solo supone darle sentido a lo que hacemos, sino también compartir momentos inolvidables.

Otros grupos Emaús, en Italia, en Bélgica, en Bosnia-Herzegovina o en Francia organizan campamentos de verano durante todo el período estival.

¿Cómo saber más y cómo postularse o inscribirse a un campamento?

En el caso de los campamentos de verano fuera de Francia, todas las iniciativas de los grupos aparecen en la página web de Emaús Europa dedicada a esta temática. Si es en Francia, toda la información se encuentra en la página web de Emaús Francia. Y si necesitáis algo más, ¡siempre podéis contactar con Emmanuel!

¿Cómo nacieron los campamentos de verano?

Es imposible separar el crecimiento del Movimiento Emaús en el mundo del desarrollo de los campamentos de verano. Estos dieron comienzo en los años 60 en Normandía, con el fin de movilizar a la juventud en la lucha contra la precariedad.

En lo que dura el verano, estos «campamentos internacionales» funcionan como auténticas comunidades Emaús: recogida de donativos, puerta a puerta, clasificación, reparto y reventa de bienes de segunda mano. Los campamentos de verano de aquel entonces contaban con la particularidad de que los organizaban de forma voluntaria los/as jóvenes para los/as jóvenes y «partiendo sin nada» (sin presupuesto), consiguiendo beneficios que se redistribuían en beneficio de proyectos solidarios en el país y a nivel internacional, mientas que otra parte se destinaba al desarrollo de nuevos proyectos Emaús. Asimismo, daban la posibilidad de crear un fondo y un grupo de voluntarios/as para formar un comité de amigos o una comunidad en un lugar nuevo.

Estos campamentos internacionales juveniles permitieron rápidamente reunir a miles de jóvenes de muchísimas nacionalidades diferentes, en Francia, pero también en Italia o Dinamarca. Y en 1972, el campamento que tuvo lugar en Bourgogne reunió a 4 500 jóvenes de 44 nacionalidades, entre junio y octubre.

Era habitual que, como resultado de un campamento internacional, jóvenes que habían descubierto así Emaús se convirtieran en responsables de una nueva comunidad o que encontraran el amor de su vida. Poco a poco, estos campamentos permitieron la creación de nuevos grupos, en Francia y en el extranjero.

¿Es peligroso participar en un campamento de verano?

¡Muy peligroso! Aún hoy en día, existe un riesgo para nada desdeñable de acabar inmerso en la galaxia Emaús y dedicar la vida (o al menos una buena parte) a la lucha contra la pobreza y la exclusión, como resultado de un campamento de verano, dándole así un sentido a la vida a largo plazo.

En efecto, tras haber vivido una primera experiencia durante un campamento de verano, muchos y muchas jóvenes decidieron implicarse más aún, hasta llegar a fundar una comunidad de vida Emaús o un comité de amigos.

A buen entendedor… ¿Nos vemos allí?

DESCUBRIR LOS CAMPAMENTOS DE 2024

Actualidad Campamentos de verano Lucha contra la miseria / Solidaridad
Campamentos internacionales de jóvenes en Dinamarca, 1969.

Campamentos internacionales de jóvenes en Dinamarca, 1969. Foto de los archivos del Abbé Pierre y de Emaús Internacional, conservada en los ANMT (Roubaix).