Emaús Europa

Bancos y pobreza: ¿Cómo evitar el círculo vicioso?

Emaús Francia, junto con otras organizaciones francesas, acaba de publicar un manifiesto por una inclusión financiera universal.

En septiembre de 2021, la inflación observada desde ese mismo verano mermaba el poder adquisitivo y hacía temer una degradación de la situación financiera de los hogares, ya de por sí debilitada por la crisis sanitaria. Impulsado por Emaús Francia, un colectivo interasociativo ha redactado 16 recomendaciones para lograr una mejor inclusión financiera y un mejor acceso a los medios de pago y servicios bancarios indispensables, haciendo que participen las personas acompañadas.

Nos reencontramos con Thibaut Largeron, coordinador del informe para Emaús, con el fin de que nos hable de los desafíos y propuestas sobre las siguientes preguntas.

 ¿Por qué decidió abordar esta cuestión en Francia?

En Francia, el Movimiento Emaús es un actor pionero en la inclusión financiera. En 1967, a través de las SOS Familles Emmaüs (SOS FE), inventamos el «microcrédito personal acompañado», un dispositivo recuperado por los gobiernos en los 2000. Nuestra fortaleza: proponer anticipos de fondos propios de Emaús y fuera del sistema bancario clásico, a veces destinados a personas con una capacidad de reembolso nula, pero para los que financiar un proyecto (la compra de un vehículo, por ejemplo) supone acceder a un trabajo.

Igualmente, las cuestiones de presupuesto y deudas son parte esencial de la actividad de SOS FE: los voluntarios proponen, desde su creación, un acompañamiento y consejos presupuestarios para los hogares, equivalentes a los Point Conseil Budget (en español Punto de consejo sobre presupuesto), dispositivo implementado por el Estado en 2018.

De forma más global, las cuestiones de finanza ética suponen una de las prioridades del Movimiento, transversal a todos los públicos que acogemos, y están presentes a nivel internacional: el acceso a los servicios bancarios para las personas más vulnerables, al crédito, al ahorro… Hoy en día, la financiarización de nuestras sociedades y el sistema liberal capitalista hacen que el modelo económico de los bancos se base en la explotación de los más vulnerables: aquellas personas que perciben pequeños ingresos se ven sobrecargados por los gastos derivados de incidentes bancarios, y aquellos en situación de exclusión digital están hasta el cuello de comisiones, por servicios que son gratuitos en línea… ¡Por no hablar de las inversiones de los bancos en energías fósiles!

El Movimiento Emaús en Francia, a través de la organización nacional, también es miembro del Observatorio de inclusión bancaria, presidido por el director del Banco de Francia, bajo la dirección del ministerio de Finanzas. El Observatorio reúne a los representantes de las partes interesadas (organismos públicos, asociaciones, bancos). Es el órgano principal de medida y promoción de la inclusión financiera, lo cual legitima nuestro discurso y, sobre todo, ¡se nos escucha!

Cuando hablamos de inclusión financiera, ¿a qué nos referimos?

Según el Banco Mundial, la inclusión financiera se refiere al acceso que tienen las personas y las empresas a diversos productos y servicios financieros útiles y asequibles que atienden sus necesidades —transacciones, pagos, ahorro, crédito y seguros […]. Por esa razón, el papel de los bancos es clave en este proceso; no limitando la inclusión financiera al acceso a una cuenta, sino más bien a un manejo más global de las herramientas bancarias: ahorro, acceso al crédito, funcionamiento de la cuenta, gastos de gestión de la cuenta o derivados de incidentes, etc.

El Manifiesto por una inclusión financiera universal reúne todos estos temas de diversa índole. Nuestro deseo es permitir que todo el mundo tenga acceso a los medios de pago, como, por ejemplo, las compañeras y compañeros sin permiso de residencia o incluso los demandantes de asilo que, en Francia, no tienen acceso a dinero en efectivo. Queremos, como otros muchos grupos Emaús de todo el mundo, favorecer el acceso al crédito para las personas vulnerables, para que así puedan conseguir un empleo y recuperar su autonomía. Actuamos para prevenir y evitar el sobrendeudamiento, por medio de talleres de concienciación sobre el presupuesto, los cuales queremos seguir ampliando, sobre todo con públicos jóvenes o expresidiarios.

En definitiva, exigimos una reforma de las tasas bancarias para que sean más justas: ¿Cómo podemos tolerar que los gastos derivados de incidentes generen en Francia más 6,7 mil millones de euros para los bancos, con un margen de rentabilidad medio del 86 %, siendo los más pobres quienes cargan con ello sobre sus espaldas? Todos los días, durante sus acompañamientos, las SOS Familles Emmaüs ven como dichos gastos alimentan la espiral del sobrendeudamiento. Finalmente, la última parte del Manifiesto ofrece un acercamiento a la actualidad de la crisis en Ucrania.

El concepto de las «SOS Familles Emmaüs» solo existe en Francia. ¿Se puede replicar este modelo?

En efecto, en Francia contamos actualmente con 62 asociaciones «SOS Familles Emmaüs». Compuestas solamente por voluntarios, acogen y escuchan a todas las personas con dificultades financieras. Tras analizar su situación, las SOS FE les proponen soluciones para reequilibrar su presupuesto, evitar el endeudamiento y escapar de las dificultades. Las SOS FE proponen una solución a medida, individualizada, que se corresponda lo mejor posible a la situación de cada persona; ¡Es como hacer encaje de bolillos! Por ejemplo, pueden proponer anticipos financieros reembolsables, financiados por la actividad de una comunidad o comité de amigos en el territorio; ¡una auténtica red de solidaridad emausiana!

Estas temáticas sobre el presupuesto y finales de mes complicados conciernen a todos los europeos: la precarización del empleo, las prestaciones sociales no revalorizadas, el coste del alojamiento y de la movilidad… todo ello contribuye a llevar a los hogares al endeudamiento. Los costes aumentan – con una media del 10,4 % de inflación en Europa (10,5 % en Reino Unido, 8,6 % en Alemania, por ejemplo) –, las deudas se acumulan y numerosos hogares sufren grandes dificultades financieras.

Sin contar que, desde hace años, la parte de «gastos obligatorios» o «precomprometidos» (aquellos que deben los hogares por contrato o por un pago a plazos) no cesan de aumentar. La actividad de SOS FE recuerda a otros contextos locales y podría adaptarse a ellos fácilmente. Además, fuera de Europa, otros grupos proponen adelantos financieros para una actividad profesional (si esta es diferente, las problemáticas de acompañamiento pueden hacerse eco).

¿La legislación es la misma en toda Europa?

En Francia, tenemos la suerte de contar con numerosos dispositivos para proteger a las personas con una situación financiera delicada. Lo cierto es que, en los últimos 10 años, gracias al esfuerzo de las asociaciones que luchan contra la pobreza y por la defensa de los consumidores, el marco legal se ha mejorado o completado. Numerosas leyes que posteriormente fueron decretos han puesto en marcha una limitación de los gastos derivados de incidentes bancarios para las personas más «frágiles». En 2006, el Estado creó un dispositivo de microcrédito personal acompañado; este permite a las personas que no tienen acceso al clásico crédito financiar sus gastos para encontrar un trabajo. El proceso para el derecho a tener una cuenta (sobre todo en el caso de las personas sin permiso de residencia) se ha simplificado, aunque aún hay que mejorarlo. Desde 2016, Francia ha adoptado una estrategia nacional de educación económica, presupuestaria y financiera (EDUCIF). Aun así, ¡queda mucho por hacer y mejorar!

Lo que se hace en Francia podría servir de inspiración a otros países europeos, así como nosotros nos inspiramos de las iniciativas belgas de «servicio bancario universal» y «servicio bancario de base», también presente en Portugal (Cuenta Serviços Mínimos Bancários). A nivel europeo, Emaús Francia ha trabajado en la implementación de la nueva directiva sobre el crédito de consumo, que la Comisión Europea está finalizando.

¿Quedan aún cosas por hacer a nivel europeo?

¡Por supuesto! Como comentaba antes, la primera etapa podría contar con intercambios de prácticas para compartir nuestras problemáticas e inspirarnos los unos de los otros. ¡Y esto también podría ser beneficioso!

Asimismo, desde hace un año, Emaús Francia participa en el grupo de trabajo europeo «Financial inclusión Europe». Esta red, compuesta de expertos y universitarios, lucha contra la exclusión financiera, junto a las instituciones europeas, concienciándolas, pero también dándole la palabra a las personas implicadas. La Unión Europea podría ser el nivel correcto para cambiar las cosas. La nueva directiva sobre el crédito en este momento va por buen camino, el de proteger e informar a los consumidores.

Documentos

Manifiesto por una inclusión financiera universal
Análisis comparativo de las cuentas bancarias de bases en Europa (Travaux de Financite, Anne Fily)

Actualidad Francia Lucha contra la miseria / Solidaridad