El coronavirus refuerza los argumentos a favor de nuevas leyes textiles de la UE
65 grupos de la sociedad civil publican una visión conjunta.
A medida que la Comisión Europea está dispuesta a empezar a desarrollar una nueva «estrategia global para los textiles» en los próximos meses, Emaús Europa y un grupo de más de 60 organizaciones de la sociedad civil han establecido su visión para el sector del textil, la confección, el cuero y el calzado (TGLF, siglas en inglés).
Apelamos a la Comisión Europea, a los eurodiputados y a los gobiernos de la UE a que respalden una estrategia ambiciosa que active una remodelación global del modelo de negocios roto de la industria textil para el mundo post-coronavirus.
El sector del TGLF se ha venido caracterizando desde hace mucho tiempo por violaciones de los derechos laborales y de los derechos humanos, junto con la inmensa presión que ejerce sobre nuestro medio ambiente y nuestro clima.
La Unión Europea se ha comprometido a crear una estrategia para el sector textil que tenga como objetivo abordar la sostenibilidad medioambiental y las cuestiones de derechos humanos.
Nuestra propuesta de una estrategia textil global de la UE contiene recomendaciones para este objetivo, entre las que se incluyen:
- Garantizar que las empresas estén legalmente obligadas a asumir la responsabilidad no solo de sus propias actividades sino de toda su cadena de suministro aplicando una ley de la UE sobre la diligencia debida en todos los sectores, incluidos los requisitos específicos para el sector TGLF. La firma de una colaboración con múltiples partes interesadas no debe eximir a las empresas de la responsabilidad.
- Normas medioambientales más estrictas que cubran cómo los productos textiles vendidos en la UE son diseñados y producidos, la responsabilidad legal y financiera sobre los productores para cuando sus productos se convierten en desperdicios y apoyar a los actores de la economía social y solidaria en las actividades de reutilización.
- Garantizar que las marcas y los minoristas estén legalmente obligados a cumplir los contratos y poner fin a la cultura de prácticas injustas de compra que les da impunidad para cancelar pedidos sin cumplir pagos – dejando a los trabajadores sin sueldo y un montón de despilfarro de productos no vendibles.
- Hacer reformas de gobernanza y una mejor aplicación de la ley en los países productores como parte de la solución a los problemas de sostenibilidad a los que se enfrentan las cadenas de valor de TGLF.
- A través de la política comercial, utilizar el poder de mercado de la UE para valorizar las prácticas de producción sostenibles en la industria de TGLF.