« La COVID-19 supone una sobrecarga para la pobreza » | Informe EAPN Poverty Watch 2020
La Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN), de la que Emaús Europa es miembro, acaba de presentar su proyecto para el control de la pobreza, el EU Poverty Watch 2020.
Los « observatorios de pobreza » o Poverty Watches, por su nombre en inglés, parten de la realidad de las personas en situación de pobreza y de las perspectivas de las ONG que trabajan con ellas.
¿En qué consiste el EU Poverty Watch 2020?
Está previsto que los niveles de pobreza aumenten al menos hasta situarse a la altura de los niveles alcanzados durante la crisis de 2008. Sabiendo esto, y teniendo el Plan de Acción de la UE sobre el Pilar Europeo de Derechos Sociales y los Planes de Recuperación y Resiliencia a la vuelta de la esquina, es el momento de eliminar la pobreza de manera efectiva.
¿Qué es el informe EAPN Poverty Watch?
Los informes EAPN Poverty Watch no pretenden ofrecer un informe académico exhaustivo sobre la pobreza. Parten de la realidad de las personas en situación de pobreza y de las perspectivas de las ONG que las apoyan y trabajan con ellas: nuestras 32 redes nacionales de EAPN y las 13 organizaciones europeas miembros. Sus principales objetivos son:
- Realizar un seguimiento de las principales tendencias y políticas en materia de pobreza y exclusión social en Europa
- Concienciar sobre los asuntos prioritarios y el impacto/realidad para las personas en situación de pobreza
- Proponer recomendaciones concretas respaldadas por el ejemplo y la evidencia
La COVID-19 supone una sobrecarga para la pobreza
Los Poverty Watches 2020 tienen un objetivo adicional: por un lado, presentar las tendencias actuales de pobreza y exclusión social, y además reflexionar sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 y las medidas gubernamentales en las personas en situación de pobreza y exclusión social. El informe EU Poverty Watch reúne las constataciones más relevantes sobre la situación de la pobreza en medio de la pandemia.
Constataciones más relevantes:
- La pobreza es una violación de los derechos humanos impulsada por la desigualdad.
- La COVID-19 ha aumentado las desigualdades existentes.
- Los gobiernos dan prioridad a las empresas en lugar de proteger a las personas y no garantizan salarios adecuados para todos.
- Los trabajadores precarios representan uno de los sectores más afectados, mientras que la mayoría de los trabajos esenciales están mal pagados.
- El salario mínimo y la protección social siguen sin proteger a las personas de la pobreza, a pesar de los bien recibidos aumentos temporales de nivel y de cobertura.
- La COVID-19 ha puesto de manifiesto las desigualdades en materia de salud y la falta de acceso universal a una sanidad y una asistencia asequibles. La pobreza es un determinante social clave.
- La falta de vivienda asequible, el aumento del precio de la energía, los alimentos y otros costes esenciales están obligando a la gente a tomar decisiones inaceptables.
- La COVID-19 está aumentando la desigualdad en los sistemas educativos y de aprendizaje permanente (LLL por sus siglas en inglés).
- No existe un análisis exhaustivo del impacto social de la pobreza. La COVID-19 está poniendo de manifiesto la necesidad de que todas las propuestas políticas contengan una evaluación exhaustiva del impacto social.
- Las ONG sociales y el sector comunitario sirven de salvavidas para las personas que hacen frente a la pobreza, pero ambos actores se encuentran sobrecargados y amenazados.
Más información en: https://www.eapn.eu
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