Emaús en Francia
Entrevista con Annick Berthier, la delegada nacional saliente de Francia en el Consejo regional de Emaús Europa y con Pierre-Yves Lenglart, el nuevo delegado.
¿Puedes contarnos con tus palabras los comienzos de Emaús en Francia, los comienzos de Emaús a fin de cuentas?
En el comienzo de Emaús, hubo UN HOMBRE, el abbé Pierre.
Un hombre que supo hacer que se uniera otro hombre, luego 10, más tarde 100, después miles de hombres y mujeres a favor de la causa de los más débiles y necesitados.
Para los más curiosos o para aquellos que quieran saber más, podéis encontrar la historia de los comienzos del movimiento en la página web de Emaús Internacional.
¿Cuáles son las diferentes acciones y actividades que lleva a cabo Emaús en Francia?
En cifras, Emaús en Francia cuenta con 240 grupos miembros de Emaús Europa y 480 espacios de venta. Algunos grupos tienen varios de estos espacios, llegando a tener hasta 4. Para hacernos una idea del alcance del movimiento, contamos con 6893 compañeros y compañeras (un 18%), ¡y 13 000 voluntarios sin los que Emaús no podría funcionar! En 2020, se recolectaron 288 000 toneladas de mercancía, una cifra que ha aumentado un 42% en 10 años. De estas 288 000 toneladas, el 45% son reutilizadas, el 50% son recicladas y sólo el 5% acaban desechadas.
Después de 72 años, ¡las actividades han evolucionado bastante! Emaús comenzó con el nacimiento de las comunidades de vida. Se han ido desarrollando por su número, su capacidad y la calidad del alojamiento. Hoy día, ¡contamos con 120 comunidades en Francia! Estos últimos años, también observamos una diversificación de su objeto económico con nuevas actividades como las tiendas de ultramarinos sociales, la creación de espacios bio, la horticultura, etcétera. Junto a las comunidades, otros perfiles de grupos Emaús se han ido desarrollando. La inserción por medio de la actividad económica ha ocupado cada vez más lugar en el paisaje de Emaús Francia. Más y más nuevas experiencias ven la luz, ya sea como prueba o por enjambre, particularmente en lo que respecta al acceso a las nuevas tecnologías y/o la protección del medioambiente, la igualdad de derechos o también la protección de los más débiles.
La movilización histórica por la vivienda y la acción social que de ahí emana es también importante. Tenemos sobre todo en mente el trabajo de defensa y de acceso a la vivienda llevado a cabo por la Fundación Abbé Pierre en Francia y en el extranjero, como la acción por una vivienda digna para todos los grupos del alojamiento social de Emaús, o también los alojamientos de urgencia de Emaús Solidaridad.
Las actividades llevadas a cabo por los grupos Emaús en Francia son muy amplias y continúan expandiéndose. Nuevos grupos con nuevas ideas siguen saliendo a la luz. Es difícil ser exhaustivo, ¡Emaús siempre está en movimiento!
¿Cuáles son los desafíos actuales a los que se enfrentan los grupos Emaús franceses?
Los grupos franceses han vivido una crisis, como todo el mundo, pero con mucha resiliencia. El cierre de las superficies de venta provocó un descenso de los ingresos compensados de forma parcial gracias a las ayudas del estado y a la solidaridad pública.
La crisis sanitaria ha mostrado, si es que fuera necesario, el aumento galopante de la pobreza en Francia. Pensamos sobre todo en la desaparición de los “pequeños trabajos”, en particular para los jóvenes, la ruptura de los contratos temporales, o también la desaparición del trabajo clandestino especialmente para los sin papeles. La situación es muy preocupante.
En término de actividad económica, los grupos franceses también hacen frente a una importante y creciente competencia en el ámbito del reciclaje y del reempleo. La “segunda mano” va viento en popa, ya sea por un nuevo modo de consumir, sobre todo entre los jóvenes, o por la necesidad económica. Las páginas de venta en línea de objetos de segunda mano se multiplican, las grandes marcas dedican secciones a ello en sus tiendas… Todos estos actores cuentan con una fuerza de comunicación superior a la nuestra ¡y nos obligan a innovarnos!
Los grupos, y en particular las comunidades, acogen un número importante de inmigrantes en situación administrativa irregular, lo que llamamos sin papeles. Muchos están en la calle o en campamentos improvisados. Su llegada a las comunidades Emaús cambia el perfil de estos grupos puesto que para la mayoría el objetivo no es instalarse allí demasiado tiempo como podía ser el caso en el pasado. Esto implica trabajar de forma diferente.
¿Cómo os va desde la llegada de la Covid-19 y cómo os adaptáis a la situación?
La Covid-19 ha generado una atención particular a la higiene y al respeto de las consignas sanitarias. La pandemia ha impuesto cierres puntuales, ¡pero los grupos se han adaptado con firmeza y la actividad se ha recuperado a día de hoy!
© Nathalie Bardou/Hans Lucas